DANIEL LEBRATO
QUIÉN COMO YO?
«Miguel significa ¿Quién como Dios? Él venció al Demonio y es el defensor de la Santa Iglesia.»
(Misalito Regina, 1952)
«Dijo también Dios a Abraham: A Sarai, tu mujer, no llamarás más Sarai.» (Gén. 17,15)
Hay distancia más inmensa de Dios a hombre
que de hombre a muerte.» (Luis de Góngora)
Quién como yo?
Hermosa es la condena, libre,
ser el rebelde primero de la Historia.
(Juan Cobos Wilkins)
A la sonrisa del ángel etimológico
que, cuando nadie lo ve, hojea
y establece un plan alrededor
De los nombres de Cristo
ES TANTA LA DISTANCIA ENTRE DIOS Y LOS HOMBRES,
que el Misterio se avino a expresarse en imágenes
comprensibles y, Eterno de Paciencia,
dejó correr milenios mucho antes de imponer
su Monarquía. Suavemente fue declarándose:
primero con el Sol, con la Lluvia y el Trueno
que enseñaron al Hombre su tamaño; después
mediante metonimias de un Olimpo que puso
para siempre fronteras a la Inmortalidad.
Fue su plan que los dioses olímpicos ‑banales-
cayeran en los vicios más humanos, que prudentes
varones predicasen que a tanto dios faltaba
una Moral: sería la hora y la misión
para el Único. El cual, al enérgico modo,
dio principio a sus Tiempos nuevamente creando
el Mundo de la Nada y guardando para Sí
las llaves de la Ciencia (hombres y dioses ya
definitivamente desposeídos). Pero Dios
-que es como se nombra modernamente el Único-
vio pronto que los hombres sin Ciencia y Teogonía
se aburrían; que incluso despolvaban antiguas
debilidades, como adorar becerros de oro
mientras Él dictaba las Tablas de su Ley.
Inventa pues los ángeles -rebaja, en cierta
forma humana, a sus excesos de Espíritu- y se
mezcla con los mortales; cede también Divinidad
a los profetas, hombres que distraerán al pueblo
con sus milagros. Así, hasta su esfuerzo más didáctico
que fue sin duda el Cristo de Nazareth, la máxima
humanidad que Dios pudiera permitirse.
De Cristo, escribe Borges: «nos ha dejado
espléndidas metáforas». No obstante
la de la Cruz defrauda por tan obvia y
tan enorme distancia entre Dios y los hombres.
EDITORIAL
Pues y qué menos que confundido en-
tres nubes de alta montaña ser
rayos y truenos en zarza incandes-
cente, con lo que es este oficio
raro de la palabra. Sólo un
mandamiento os doy: existe el Diez.
LUZ DE AGOSTO (LA CREACIÓN)
I.
Ponedle Tierra Firme, que no es otra
la estirpe de su abrazo
II.
Dureza del diamante que retrasa
su destino bajo tierra
Acaso duda del engaste
que le tienes prometido
III.
Ha de vérsele venir bajo forma de golpe
de mar que inundara una bahía
como herida manantial, como flamígero
alfanje de un ángel
exterminador
Luego será la cínica sonrisa, el gesto duro
cinematográficamente aprendido
hipocondrías que fingen y no niegan
que su víctima lo enamora
IV.
Dolor: cristal severo que nunca anduvo
en las orillas de Murano, parteluz
y arena de mis días, qué habré de agradecerte
mientras viva y hasta las últimas
consecuencias de la Tierra
A lo mejor este azar
que dándote vida destruyo
V.
Ponedle Tierra Firme, y que la patria
y el nombre que le han sido
dados
se disuelvan en sus labios con suave
acento de extranjero
SI FUÉRAMOS EL VERBO
(LUNES)
Si fuéramos el Verbo, qué tontería
hacernos carne, separar
las tierras de las aguas y éstas
a su vez en ríos y en océanos
los días de las noches, las cosas
en tres reinos, quitarle a nadie
una costilla, en fin
Nos bastaría con la luz
(MARTES)
Si fuéramos el Verbo, quién nos dice
que en un descuido no perdemos
el almanaque de los seis días, la bolsa
de los truenos o el librito de alquimia
por hacer la espía del ángel apremiado
que viniera a aliviarse a la sombra
del árbol del Paraíso
(MIÉRCOLES)
Si fuéramos el Verbo, a buenas horas
distinguir un árbol de la ciencia
del bien y del mal de un árbol
de la vida. Pero puestos
ya en agriculturas, pediríamos
ser pientes la manzana
que el otro mordería
(JUEVES)
Si fuéramos el Verbo, no querríamos
hacer de nuestro llanto universal
diluvio, aunque -eso sí- nos gustaría
jugar entre las zarzas, ser
la chispa de la vida
(VIERNES)
Si fuéramos el Verbo, a saber
la serie de los números, la ese
del plural, los endecasílabos
la fecha de este día
un milímetro de más
y la palabra más, Borges, la cábala
el pentagrama, el Pentateuco
las cifras del Diluvio y del Sinaí
el pan ácimo, la leche desnatada
el uno, el dos, la Trinidad
(SÁBADO)
Si fuéramos el Verbo, que un funcio-
nario piense los mandamientos, dicte
a patriarcas duros de oído libros
y libros hasta cuarentaitantos
Los encuaderne en pasta y nos dé
los renglones torcidos
(DOMINGO)
Nos bastaría con la luz, pero si el Verbo
a pesar de todo insiste y se hace carne
ojalá distinga los distritos, las tarjetas
de visita en los buzones, toque el timbre
y habite entre nosotros
QUIÉN COMO YO?
DICEN QUE LLUEVE SOBRE EL CAMINO DE DAMASCO
y que las aguas son del río de Sanlúcar
o del viejo Tiberíades
como la luz que al persa deslumbró
la víspera imposible de Salamina
está en las últimas pupilas de almadraba
del mar en Sancti Petri
Que arde Beirut como tus piernas arden
y se derrumba un muro de Berlín a Jericó
DE SANTO EL HUESO QUE EN LA MANO, FALANGE
o metacarpo resiste y no se rompe
si colérica expulsa de tu cara
como templo mercaderes
NO ESPECIE PROTEGIDA, NO CÁLCULO
de paloma ni rama tierna de olivo
te quiero. Sí
fleco de diluvio, color
octavo de arcoiris
MÁS QUE CUMPLIR LOS NOVECIENTOS
sesenta y nueve años, hasta el fin
en mi cajita de nácar el anillo
rosado como el día
de tu primera circuncisión
PÍDEME SI QUIERES FIBRA DE LAS VENAS
plaquetas de esta sangre, agujas
de navegar desde mis ojos, iri-
sada seda de diafragma o pabellón
de mis orejas. Nunca
labor de cestería, recogido
mimbre donde bordar tu nombre
salvado de otras aguas
BAJARÁ EL ÍNDICE FEBRIL BUSCANDO LOS ARCANOS
del pecho, allí donde la ardiente zarza
no se consume y un pan de miel
para los labios rebosa
Ganará la mano en osadía cuando atraviese
el mar rojo de la camisa y siga entonces
la ruta de caravanas del vello más suave
Y así la cremallera levante sus almenas
no habrás de detenerte hasta la tierra prometida
CON LAS DOS MANOS, ÉSTAS
que dieron cielo a un príncipe
en sus pirámides, busco
frutales horizontes y, ajeno
a todo vértigo, divido
como pulpa con las uñas
en dos las aguas, doy
crédito al milagro y
la espalda a los egipcios
GRADO AL CRIADOR QUE HIZO POSIBLE Y
más largo que el índice acusador otro orden
trinitario de falanges con que ahora
donde nadie ha llegado llego
y te bendigo
RADIANTE ESTÁ LA CELDA DE HOSPITAL
donde Juan de Yepes escribe lejos
de tu noche oscura, no tórtola
ni paloma, no tampoco
ventalle de azucenas
Como ignora tus vaqueros y tus tizas
de colores, la blusa donde ahora
tus tetas son para el apártalos
amado dos mellizos de gacela
LIBRO DE SARAI
ALFA
A la hora de elegir a quien iba a ser
Primer Sumo de los sumos sacerdotes
Dios parece como un maestro perezoso
que mira la lista, busca un nombre y saca
a la pizarra al primero que encuentra:
Aarón
Y OMEGA
De Zworýkin, Vládimir Kosma, físico usa
de origen ruso, inventor de un curioso iconos-
copio, sabemos también que, aunque de joven
fuera siempre el último de la clase, una rara
y ortográfica lealtad hacia su lengua
materna le vale hoy día para cerrar
enciclopedias como la Espasa o la Británica
NO8DO
El trazo que, perezoso, cifre su pereza
en la madeja del ocho aprende
por qué grafía y símbolo confabulados
trabajan contra él: ni el arcoiris
tuvo cifra semejante, ni Dios
nada que hacer ese día
LUZBEL
Espejo y gota y agua
cristal o arena rota
altura y vuelo: vértigo
Amor de Luz
Terrible la caída si es
nostalgia de otros tiempos
mejores: Tú
GÉNESIS C
He aquí el día de la mudanza: fue
la cópula terrible y se agradece
el sol de manera distinta. Un agua
desconocida nos inunda, nos inunda
Dirán que fue debilidad femenina
Pecado original le llamarán soberbia
PRIMUS CIRCUNDIDISTI MIHI
A todas luces lúcido, lujurias
una jungla de jaurías: jurarías
tu alma por un lujo de prejuicios
y prepucios de muchachos
PRIMERA COMUNIÓN
Con habilísima lengua,
recibir tu candoroso
centro, frágil pan de un alba en
mi saliva, hacerte mío en-
tonces, mío. Asegurarme
que ha conseguido no herir-
te mi torpe dentadura,
que mi paladar es leve
cielo al gusto tuyo, como
de algodón mi garganta hasta el
suspense del nunca visto y
más sublime trago. Cuerpo
de Cristo, escuela de amor
única
ÁNGEL EXTERMINADOR
Republicano o bolchevique ha de
ser el virus que igual ara la san-
gre de hermosos príncipes primogénitos
con las primeras crías de las bestias
y las esclavas primíparas
HOSPITAL MATERNAL
La criatura fronteriza que contra humano
pronóstico
sobreviva y se salve
juntará si es que puede
una tras otra las cuatro letras de tu Nombre
y dará luz
al rostro milenario que te atribuyen
piedades y hermosuras
Puzle más feroz si la criatura exige
un segundo milagro
y cirujano
HIJO DE MI DOLOR, ERES ÚLTIMO
molde del vientre y los aperos
En tu estirpe reconozco nombres
que me sonaban desde antiguo y que
apenas entendía: muero, soledad
o en plenilunio, llévame contigo
mi señor. Es decir la vida larga
de dolores que aún no te sabían
Benjazmín cumplido de una juventud
que más parece orgullo que otra cosa
(Verdad más leve la que me ocultan
las parteras, y que esta jerga impropia
que nada tiene que ver contigo)
SACRIFICIO DE ISAAC
Ea, padre, la leña, el cuchillo
afilado en la piedra, la piedra
todo altar, todo dispuesto
Dése prisa (dejo llorando
por mí a una muchacha), no me diga
que ésta es otra broma de mal gusto
CUESTIÓN DE MÉTODO DEL HIJO PRÓDIGO
Calcáreas, cada vez a más murmullos
las voces, o a caracolas, aspiran
Escucha el mar aquí o allí la foto
del adiós, aquel pañuelo donde
las lágrimas, cosa fácil, las olas
de tiernas miradas. Pero qué débil es
también esa señal, como de vieja
galena, clandestina, o distinguir
qué pierdes si te vas de lo que nunca
si decides quedarte será tuyo
TENTACIÓN DEL PATRIARCA
/Judá y Tamar/
Lo que en rito de inocencias de inocencias
de paternas vigilancias has perseguido
desde siempre por los pasillos por la luna
oblicua de los roperos o la caída
negligente del albornoz que se entreabre
con lavanda cada vez que me inclino sobre
tu sillón y te beso y virtuosa pronuncio
buenas noches
HORAS DE SARAI
(Génesis, doce y diez)
Como varón prudente, este caudillo
de los de a medias entre la virtud
y el hambre de su pueblo- no ha tenido es-
crúpulo en darme al faraón, después de
ganarse a costa mía los favores
de guardia y gente de palacio: «Dema-
siado hermosa, no mi mujer; dirás
que eres mi hermana». Y ya sin
tribulaciones de cornudo, puso
negocio y prosperó en mercaderías
Tanto que, vuelto en su virtud, hoy todo el
mundo pasa por su tienda y él ni si-
quiera quiere pasarse por la mía
JUDIT
No es difícil celebrar la sangre en
manos blancas -que diréis que no ofenden-
hermosas de heroína, y mucho menos
regocijarse por el hombre que perdió
la cabeza un poco antes que vosotros
Brindad, sí, pero os juro
que así será de aquel que con dos copas
de más pase por mi tienda una noche
y se me duerma igual que este
hijo de puta se ha dormido
ABSALÓN
/Fray Luis/
De bulbos obstinados o de navajas
barberas, como de un hilo, pende
la vida cuando el hombre
huyendo de alopecias (ya sabéis)
de un falso leño se confía
VISIÓN DE BABILONIA
(Soneto XXIII)
Si aquella vena del oro, Garci
laso, de la cabeza da un torso
de plata y si en tanto que de ro
sa la edad ligera corre al vientre
de bronce sobre piernas de hierro
por qué hacer mudanza en su costumbre
y azucena a vuestros pies de barro
JOSÉ
Si el hombre aquel
perito en vacas
pudo leer
gordas y flacas,
diría al rey
lo que faltaba:
Aquel desliz de Liz
de liciosa Cleopatra
ARTE RETÓRICA LA DEL QUE SUEÑA
su pesadilla como los reyes
antiguos, con esa mesura
que en cláusulas matemáticas
-pies, acordes- ofrece a la lírica
vigilia tanta. Y qué más da
el adivino: más que el fondo
de la visión, cuenta contarla
sin defraudar al público y oír
el pronóstico sin tampoco
perder la compostura
NO EN CAMPOS DE ZAFIRO PACE ESTRELLAS
licántropo este rey que ejemplifica
la Gesta Romanorum y el Libro
de Patronio: por ahí anduvo
siete años como buey deforme
a su realeza; porteros de palacio
lo habrán aspaventado y a saber
qué tiro de carretas o rocío
perfile su nostalgia, qué musgo
sintético rumiará por los pesebres
que en navidad lo acerquen a Belén
CABEZA DEL BAUTISTA, I
Acápite el afán de hembra que se asoma
sin vértigo a un balcón de cervicales
y carótidas del masculino tronco
separadas
igual que de su nácar, fresquísimo, un
molusco, o entre vocales cuerdas,
seductora, la sístole de una sílaba
ya incrédula del mundo esterno-
cleidomastoideo
CABEZA DEL BAUTISTA, II
Dichoso aquel al que la vida en estreno
estrictamente privado da una última
película que dilata para el mito
el número contado de sus días
Cráneo privilegiado si en bandeja
o nitrato de plata su retina retiene
contra el frío esa fruición veloz
de ver el que, ya octavo, velo, vela
lo macabro de las danzas de la muerte
LUCAS SIETE TREINTAISÉIS
(ensayo de perspectivas)
(1)
No ha previsto el huésped agua de sal en la jofaina ni beso de paz en el vestíbulo, ni fue mi frente ungida con óleos perfumados. Yo
(2)
he de lavar tus pies con lágrimas balsámicas y en mis cabellos enjugarlos. Nadie guarda para ti labor más primorosa. Ignora
(3)
que su estancia aquí peligra por Ley de Extranjería, que habita en casa llana de extramuros, que según
(4)
Lucas: en Mag-dala o en Betania aquella mujer había cono-cido siete veces siete príncipes demonios
SUCEDIÓ UNA NOCHE
/Frank Capra, 1934/
Murallas de qué noche, Clark Gable
Claudette Colbert, si afónicas
o estériles trompetas, moder-
namente jericoces
QUÉ HABRÁ PENSADO...
(ADÁN)
Qué habrá pensado Adán camino del destierro
después de haberle dado, Juan Ramón,
Intelijencia el nombre exacto de las cosas
(SARAI)
Qué habrá pensado Dios el día de la enésima
alianza al prolongar su nombre al venerable
Abrám, y qué Sarai (princesa)
muerta aún de celos por esa esclava egipcia
oyéndose llamar por el esposo, más breve, Sara
si el Lázaro no se adentra en ideologías
del metaplasmo y el asunto apenas
se comenta en círculos yavistas
(LA MUJER DE NOÉ)
I.
Qué habrá pensado la legítima del patriarca
la víspera del Gran Convite
viéndose
invadido el hall, llena la casa- dándole
a tanto huésped cuarenta días
de lluvia y sin mercado
de comer
II.
Cosas de hombres, por mucho
que Alguno ande entre los pucheros
(BARRABÁS)
Qué habrá pensado, ya en capilla
el hombre aquel convicto de homicidio
y de motín contra el imperio al oír
su nombre en boca de la plebe
y luego pasos por los húmedos
verdines de la piedra que a él lo salvan
de la cruz a punto como el otro
de cumplir los treintaitrés
(EL BUEN LADRÓN)
El día de las moscas pegajosas
a las llagas y de la orina
incontinente como el llanto
de cuatro mujerucas
qué habrá pensado Dimas, mucho
antes de verse celebrado en la
liturgia o por Juan de Mesa
imaginado un viernes santo
como Bueno (él, que tuvo fama
de torpe en su barrio y tantas
veces en poder de los romanos)
cuando el hombre de a la
izquierda del palo miserable
ya por su propio peso casi
descoyuntado- va y le dice
no se sabe qué de un paraíso
(TRINIDAD)
I.
Qué habrá pensado el padre, el mismo
que se hizo carne y como carne ahora
es hijo, cuando se tarda el espíritu y
lo mismo duele, centurión, un golpe
de lanza en el costado que, oh
más duro que el mármol a mis quejas,
padre, padre, por qué me has abandonado
II.
Como si tú mismo fueras como quien
dice el mismo prójimo al que dicen que
se ama como dicen a uno mismo que uno
mismo se ama dicen como si fuera
el prójimo uno mismo como quien dice
ama al prójimo como a ti mismo amén
(SERMÓN DE LA MONTAÑA)
I.
Qué habrán pensado los humildes
pastores, las rameras, los esclavos
fronterizos al imperio, nubios
leprosos o tullidos
ellos
con esa pinta el día
de la resurrección
II.
El día de la resurrección, tú y yo
qué imagen de estos años, qué traje
de gala elegiremos
SI
a/
Si fuera yo el espejo en que te miras
Tu sola imagen yo
mi semejanza
b/
Si quien nombra se apodera un poco
como Adán de las cosas que
se nombran, amor mío
c/
Si el ángel de mayo fidelísimo
a sí mismo tensara nuevamente
el músculo para el abrazo, cuál
ha de ser tu número, nocherida
que nunca cicatriza
d/
Si fuera yo la playa de los naufragios
de anoche, azogue para la bolsa
de tus ojos, vaho, propósito
de enmienda, saliva espesa
tos
primer cigarro del día
e/
Si fueras tú el jardín donde los días
ajenos a su nombre no cuentan
ni son siete, donde nada
ni la Creación pudiera distraerme,
yo sería
párpado leve o azúcar de cristal
del agua de tu sueño morador
insomne
f/
Si fuéramos el Verbo no tendríamos
que traducir lo que nos pasa ni, a página
perpetua condenados, faltarían
rúbricas como tus ojos, equivalentes
minúsculas a tu boca salmarina
g/
Si la noche de Babel confundiera mi lengua
como río que hacia el mar se pierde en la marisma
así también
reuniría yo el curso de la sílabas
que en tu nombre únicamente desembocan
h/
Si acudieran mis labios al agua de tus labios
y ese agua
fuera más dulce que la ley que a mares muertos
me condena si volvieras
la cara y en un beso te confundes
del grupo de los justos que salvan las ciudades
i/
Si las palabras te parecen oscuras
como escolares pizarras o tan claras
que borran el misterio imprescindible
date prisa y mira:
Gente hay que ahora mientras hablamos
funde sus anillos de oro y no menos
ceremoniosos que nosotros
entre sí se idolatran, se idolatran
j/
Si vienes a por mí, que a la primera
sea la vencida: de otra forma
el mínimo corpúsculo, de Meissner
suponte, de Pacini o de Krause, podría
organizar la resistencia
k/
Si la Noche de los Primogénitos viniera a
destronarte
y el solo antídoto eficaz frente al exterminio
fuera
marca de inmolada sangre en los dinteles
bastaría tu lengua
lanceolada como hisopo en el menor de mis labios
para inundar tu barrio de hematíes
l/
Si nos sorprende la luz en indeciso combate
que el ruido de la guerra nos ahorre
la superficie de las palabras
No me dejes caer en la tentación
de la ternura que trae la aurora
ni digas si te pregunto
cuál es tu nombre
Haz tú también como la luz:
Tiñe de rojo tharsis mi cintura
m/
Si lloras a mis pies es que no hubo
diluvio universal ni más precioso
lienzo si enjugara
mi llanto en tu cabello
x/
Si por mi amor quisieras delatarte
no un trazo de arcoiris
ni un toque de carmín
te bastarían
y/
Si fueras tú el espejo de los caprichos
que en nácar o en carmín dibujan
los días y las horas
z/
No habrá Aurora L'Oreal, sí Passo
Honroso de la Edad por tu cabello
de ángel
PRIMER JINETE (LAS FIERAS)
Bucéfalos, pegasos, clavileños
Memorias de cartón
piedra y purpurina
para el jinete de la infancia
triste en los tiovivos
SEGUNDO JINETE (LA PESTE)
Caballos de vapor, fiscales
del jinete ciudadano que no salva
puentes ni estadísticas, que -huyendo
el mundanal- ruïdo encuentra y su fin
un fin cualquiera de semana
TERCER JINETE (LA ESPADA)
Intravenosa la ciudad infierno y paraíso
de cristal corona escarchas princesa hemoglobina
tras lúcido jinete a ritmos coronarios como
un viaje
por el azar de la amatista inoxidable y si
duermes
no más adorable dama de esta noche perfumes
por última frontera caballero en plata espejos
países hipodérmicos lindos para violetas
metálicas y apoteosis te imaginas
el abrazo del infierno sicofármaco muy frío
o más paraíso y beso que arterial como heroína
CUARTO JINETE (LA BALANZA)
Habrá un caballo azul de seda manriqueña
para el jinete de los olvidos
Su canción
de cuna y olas sabe ya de nosotros
lo que supo por Orfeo, por los caídos
en Actium o en Trafalgar y está en las proas
atónitas de los bárbaros, en el saco
roto de los conquistadores
como en los últimos versos de Alfonsina:
«Voy a dormir, que no insista, que he salido...»
Y para qué un mástil como tuviera Ulises
embetunado mimbre, bondadoso
leviatán o espejo
MANE TÉZEL FARES
Qué otro idioma profeta de entre líneas
de las manos sin esfuerzo traduce: cuento,
peso, divido, si la cuenta está echada y
quiere la balanza su fiel perdido cuando
contra nosotros naciendo bien o mal que
cien años dure?
MANE
Cuando el matador y tú lo mismo preferís en el reparto, afán de retorno o victorioso botín, uno de los dos verá ante sí las líneas de un exilio que ni el más exquisito protocolo en donde llegue podría suavizarle, ni es bálsamo bastante el privilegio de figurar una vida distinta, desconocido en tierra ajena. Prisionero el corazón de la espada que no esgrime, como espejo mágico a su acero pregunta por el hilo cicatriz que, descosido, daría plasma heroico hacia un exilio más íntimo. No un destino por delante, matador. No un segundo caudillaje cuyo final conoces, aburrido
TÉZEL
Gusta que reconozcan tu nobleza. Que, de tu pueblo, la estirpe de la sangre te distinga: Príncipe en el exilio. Que un Jefe de Eunucos quiera nacionalizarte como suyo, modificar tu nombre, extranjero. Paje de lujo a los quince años, un preceptor severo te hará cursar el Relox de Fray Antonio de Guevara, los arduos tratados de Saavedra o Rivadeneyra. Hasta que, a solas y a escondidas, tu deleite de aprendiz se mire en otros espejos de príncipes rebeldes. Oyes el sueño de más jóvenes cautivos, la transgresión de esa noche y por costumbre te lo cuentan. De día, observador, desde la corte viviseccionas el régimen político de los bárbaros, su rudo despotismo, los hábitos pueriles del talión, y callas. Tu fama de analista crece. Un rey te solicita. Pero dónde tu pueblo cautivo. No basta que reconozcan tu nobleza
FARES
Morir sin conocer el fin del cautiverio. Prisionero siempre, qué recuerdo cuando la memoria hurga en los catorce con faros antiniebla, no perdona. Pierde el orgullo de tu nombre. No como él: Renuncia a la cordura del insomnio y confórmate con la común proporción de las vigilias. Juez es Dios. Tú sueña el fin del cautiverio y ocupa mientras puedas un lugar entre los tuyos
BUSCAS A ROMA EN ROMA?
/Quevedo, André Gide/
A saber si la una -como orgullosa
de su Cloaca Máxima- financió un día
(Audas, Ditalcón, Minuros) el juego
sucio en Lusitania, si desde el sótano
de la otra se alimentaron doxias
heterodignas de fuego y anatema, teologías
de la liberación
Si amor o conveniencia
juntan, Fabio, estas de admiración
romas traiciones y herejías
CRUCIFICCIONES
/Borges, Buly/
Corría el año del Señor. Seguramente
el imaginero discurre entre los tres o
cuatro clavos (Pacheco: Visiones de Santa
Brígida) sobre la tabla de la policro-
mía románica, más veraz que el triángulo
gótico. Duda que resistan radio y cúbito,
que verosímilmente pise el uno al otro
pie sin ir allá como miriñaque triste
tanto metatarso. No le ayudan los cuatro
evangelistas. No le sirven los apócrifos
y muy poco la versión siria del de Rábulas.
Cuando cree que termina, es nada, se equivoca:
a saber si la greña baja por derecho
o izquierdo lado, si aún conserva la corona
de espinas o qué lienzo disimularía
la mórbida cadera, el muslo mortecino.
Con ojos piadosamente yertos o en órbita
(como quien ya vislumbra concilios, vidrieras,
viernes santos), tal vez se da a ensayar futuras
iconografías, el fin. Ante esos ojos
dios y artista se confunden, pues a ninguno
de los dos le cabe la gloria en la cabeza
ni otro destino que inventar el paraíso
SI LA MANO DEL PEREGRINO QUISIERA RENDIR VIAJE
y ritual o virtuosa hollase el parteluz
como es costumbre
no habrá descanso para él o confundido
será que no ha llegado al pórtico de tu gloria
SERÁ QUE NO HA LLEGADO AL PÓRTICO DE TU GLORIA
quien confundido duerme en su posada y acaricia
un sueño de futuros finisterres
donde acaso su bordón
a ciegas tienta bajo el cielo de otros ábsides
vértice o sillar la órbita intocada
girola de una víspera de cripta deliciosa
GIROLA DE UNA VÍSPERA DE CRIPTA DELICIOSA
no descifra láudano que pueda aliviar su vigilia
ni ningún óleo -por final- generoso
Sí el error
que cometido tiene un precio y es justo
por los claustros románicos del insomnio
como quien busca el jubileo
QUIEN BUSCA EL JUBILEO DESATIENDE
la fatiga del camino y el avance
del miedo entre dos posadas. Inmune al
dolor de las criaturas, no ve el círculo
terrible de la Peste y de San Lázaro
Su cuerpo purifica con agujas
de manantial y allí donde la piel
inventa paraísos meretrices,
cortesanos, no se olvida. Ni escucha
las quimeras de las gárgolas cuando
toda la lluvia de occidente es
piadosa letanía o carcajada
DE HOY MÁS YA MENSAJERO
1/
Su cifra, su misterio
su madrugada cruenta
están en ti
que apenas luz ya vencido
como Jacob lucharas
y no sabes
2/
Nostálgica y fidel, Sarai
mastica a pesar suyo las migajas
de los manteles del noveno
auto de la madre Celestina
o para el caso miserables
cáscaras de altramuces como
el omne bueno aquel del conde
Lucanor, enxiemplo diez
3/
Sarai: quiere el que vuelve decir
con su regreso un nombre, nunca
lo que se sabe: la historia
toda, el crimen cometido
4/
Sonríe, porque si
hubieras sido el Verbo
es decir- creador
de un alfabeto, nadie
serías si tu nombre
no está en las páginas
amarillas de Babel
Un Jurado presidido por Rafael Alberti concedió a ¿Quién como yo? Accésit del IX Premio Nacional de Poesía que lleva su nombre, siendo el noventa y uno cumpleaños del poeta, 1993. Hay en el libro cosas para, por o de Juan Lebrato, Carlota Moya de Alarcón, Carmen Castillo, José Antonio Moreno Jurado, Juan Cobos Wilkins, Con Dados de Niebla, El Sobre Hilado, J.J. Díaz Trillo, Héroe de su herida, Valle Rubio Monge, Jesús Aguado, Antonio Jiménez Casero, El morador insomne, Rafael Pérez Estrada, María Dolores González Cantos, Cristina Peri Rossi, José María García López y El Fantasma de la Glorieta.
CAPRICHO DE UN DIOS CÍNICO, EL INCISO
FUGAZ DE LA ESCRITURA BUSCA -A OSCURAS-
LA BURLA DE LA BURLA DE BABEL.
Y ASÍ LA NOCHE TRAIGA SU INDULGENCIA,
SU OFICIO EL ESCRIBIENTE, SU LEALTAD
LA IMPRENTA CUMPLIDORA, VENGA EL VINO Y
BRINDAD POR LA MEMORIA DE UNAS HOJAS
NO MENOS OTOÑALES QUE VOSOTROS,
JARDINES DE AGUA DULCE Y DE GLORIETA.
OS QUIERE ESTE FANTASMA, QUE ES UN ÁNGEL,
MAS SI LO VEIS PARTIR A OTROS JARDINES
-YA DÓCIL VINO DULCE EN VUESTROS LABIOS-,
NO OS DUELA SU SILENCIO: NO ES PRECISO
HABLAR CUANDO UNO ESTÁ EN EL PARAÍSO.
a Pilar. Sevilla, 1996
Se terminó de imprimir el día 14 de agosto de
1996, XXXVIII aniversario de la muerte de
Juan Ramón Jiménez, siendo Presidente
de la Excma. Diputación Provincial
de Huelva don Domingo
Prieto García